jueves, 26 de enero de 2023

 

EL FUTURO (FUTURO?) DE LA HUMANIDAD

Anoche cena de camaradería con el staff del balneario. Todo muy lindo, hasta que se hace tarde y los más pendex (que ya habían dejado sin existencia de birra la heladera) se encargan de hacer la comida para todos. Y por supuesto, para acompañarse, ponen lo que ellos llaman su “música”, y por supuesto, a todo volumen, atronando el salón. Automáticamente, me voy afuera, lo más lejos posible. No me fui a la m… porque supuestamente es mi horario de trabajo, y era armar demasiado bardo. El dueño, contento, todos felices, sigue la camaradería, yo no lo banco, problema mío. Después se llena la boca hablando de “cultura” (debe algunas materias en cuanto a coherencia). Hasta otro flaco, que piensa igual que yo eso es basura, no es música, calladito la boca.  Y así estamos. Dejamos avanzar cada vez más la mierda hasta que sea tarde, porque ya nos tapó. Pibes macanudos, laburadores, pero esa es la “cultura” que tienen. Seguramente heredada de los padres.

Y me hace acordar a hace unos años ya, a una maestrita jardinera que organizaba los festejos del Día de la familia (ya no es más el día del niño, curioso, eso no parece invento de la Agenda 2030, que justamente uno de sus objetivos es destruir las familias) y me pedía traer la gente al balneario y enchufar un alargue para ponerles música en la playa. Y por supuesto, qué les ponía? Obvio! Cumbia villera! ESA gente educa hoy! Después terminó de ponerse totalmente en evidencia defendiendo al kirchnerismo. No le hablé más!

Y como siempre termino diciendo, todo cada vez más me remite a la película Idiocracia, una película de clase b que retrata una sociedad absolutamente de idiotas, gente totalmente estupidizada e ignorante, que solo es capaz de pensar en dos cosas: sexo y dinero. Hacia eso vamos, y a pasos agigantados!

Estamos solos. Algunos “despiertos” sueñan con que La Luz, el Bien, la energía del Universo obrara para poner las cosas en su debido lugar y nos salvará de esta debacle. Qué ilusos, por favor!

Estamos solos. Quizás los más mayorcitos no vivamos absolutamente todo el desastre, pero en un futuro, si es que quedan algunos como nosotros, no tendrán más remedio que abandonar la “civilización” he irse a vivir al monte, a islas desiertas o a donde sea para poder vivir como personas normales. Lejos de toda la bazofia que se viene.