Me da vergüenza.
Me da vergüenza un país que vive a partir siempre de ídolos falsos. Me da vergüenza
que se idolatre a una momia como la Legrand, que solo busca escandalizar para
sumar puntos, que no tiene la menor calidad humana, ni preparación, ni
capacidad, pero todo el mundo vive repitiendo sus programas, lo que dijo este y
lo que le contestó el otro, todo un circo barato para entretener idiotas, y
todos como idiotas repitiéndolo. O cualquier cosa que diga la Su Gimenez, que
en todo caso es mucho más coherente que la otra, pero no deja de ser una negra
estúpida e ignorante que no puede ser referencia de nadie. Me da vergüenza como
hablan y hablan y hablan de pseudo-periodistas que no son más que
propagandistas de quienes les pagan, sin la menor vergüenza ni capacidad de
disimulo, los Navoresio, los Feinman, los Leuco, los Longobardi, los
Brancatelli, los Bonelli, los Etchecopar, que aunque se ampare en la desgracia
que sufrió, es una cloaca que no deja de escupir mierda (aunque justificada
generalmente)y se transforma en algo totalmente negativo y desagradable. Por no
hablar de los Navarro, o VHM (ya ni nombrarlo quiero) o Silvestre, esos ya
pasan a la categoria de mercenarios asesinos, inventan con tanta sangre fria y
seriedad, que montones de idiotas les creen, como les creen los que dicen “Clarin
miente” a Vagina 12, que es un insulto a cualquier clase de periodismo, hasta
el más amarillo y repugnante.
Me da vergüenza
porque toda la televisión argentina es un escupitajo a la decencia, a la
racionalidad, a la objetividad. Toda, toda. TN, Cronica TV, America, Canal 11,
canal 13, canal 9, la TV publica, son todos mentirosos y arrastrados que viven operando
para quien les pasa sobres por debajo de la mesa. Nadie muestra ni un rastro de
dignidad. Cuando encontrás una excepción, ya hasta dudas de vos mismo, pensás:
no habré escuchado mal? Las radios casi lo mismo.
Por último,
las redes, donde, a pesar de haber más pluralidad, más abundancia, terminan
siempre en lo mismo: en castas o grupúsculos que se creen por encima de los
demás, cerrados y que se reproducen entre ellos nada más, o imbéciles crónicos
que se dedican a desparramar idioteces porque es lo único que son capaces de
entender, o pseudo divulgadores que hasta ponen su marca en lo videos que
distribuyen, y ni siquiera se preocupan de constatar las informaciones que
difunden. Mienten por ignorantes e irresponsables, y toooooodos los demás
reproducen y reproducen sus videos como si fuera la verdad bíblica. Me da vergüenza.
Me da vergüenza
que, si durante muchísimo tiempo se dijo que el sentido común es el menos común
de los sentidos, aquí parece que lo hemos reemplazado por que el sentido
crítico es el menos común de los sentidos. Tomamos lo que dice cualquier “supuesto”
ídolo, o referente, o lo que sea, y lo repetimos como loros sin detenernos ni
un segundo a pensar.
Y me da
mucha, pero mucha más vergüenza, porque atrás de toda esa basura que siguen
todos, hay mucha gente capaz, mucha gente que hace cosas valiosas, pero
prácticamente, son invisibles. Porque si aparece uno hablando de alguno de
ellos, hay 10 hablando de Navoresio, 50 hablando de Feinman, o 100 hablando de
la rata Verbinztki.
Y ni
siquiera hable de los políticos, ni de los jueces, ni de los empresarios, ni de
los sindicalistas…
Me da vergüenza
este país, y los que lo reproducen. Y si no te gusta lo que digo, no me
importa.